GÉNERO: Plataformas
DESARROLLADORA: Enigma Software
DISTRIBUIDORA: Kalypso Media
VERSIONES: Mac, PC, PS3, Xbox 360
FECHA DE LANZAMIENTO: 16.06.2013
VERSIÓN ANALIZADA: PC
DEMASIADO DIFÍCIL PARA UNA ARAÑA
Alien Spidy es un juego que tras un primer vistazo, parece tenerlo todo para triunfar. Estamos ante un sencillo juego de plataformas protagonizado por una simpática araña alienígena que, tras estrellarse contra la Tierra en su nave espacial, ha de superar decenas de niveles a base de plataformeo puro y duro, poniendo a prueba nuestra destreza a los mandos del pad o del teclado y ratón. Y creedme si os digo que lo de «poner a prueba» va muy, pero que muy en serio. El planteamiento de los niveles es sumamente sencillo. Independientemente del escenario al que juguemos, nuestro protagonista arácnido ha de emprender su viaje de izquierda a derecha, de arriba a abajo, y viceversa, sorteando enemigos, saltando de plataforma en plataforma y balanceándose con su telaraña entre innumerables peligros. Hasta aquí todo correcto. Sin embargo lo que empieza como una experiencia sencilla y adictiva, como todo buen plataformas ha de ser, termina convirtiéndose en un ejercicio de frustración constante que solo podréis superar tras muchas horas de dedicación y, sobre todo, paciencia.
El manejo de la araña no tiene mucho misterio. Podemos desplazarnos de izquierda a derecha, saltar, lanzar una telaraña que se adhiere a diferentes superficies, y poco más. Aquí el ratón juega un papel primordial, ya que el apuntado de la telaraña es mucho más preciso que si utilizamos el stick analógico de un mando, y la precisión es algo que vais a necesitar como agua de Mayo. El objetivo, más allá de alcanzar el final del nivel, que tampoco tiene demasiada miga, consiste en sumar la mayor cantidad puntos para conseguir un número de estrellas mínimo que abra la puerta al siguiente mundo. Y he aquí el principal problema que tiene Alien Spidy: en mi opinión, es innecesariamente exigente en este aspecto.
En cada nivel hay una serie de orbes que dan puntos al recogerlos, y además hay que hacerlo encadenando series seguidas para aumentar exponencialmente la puntuación. Y creedme, aunque parezca un concepto atractivo, la puesta en práctica es realmente compleja. Podemos finiquitar un nivel habiendo cogido todos los orbes y obteniendo una puntuación ridícula. Encadenar la recogida de orbes mientras nos balanceamos y esquivamos los peligros que nos acechan es bastante duro, y por si esto fuese poco, hay que añadir que cada segundo que pasa, o cada vez que mueres, tu puntuación es sistemáticamente reducida. Conseguir suficientes puntos para hacer un par de estrellas ya cuesta bastante, así que podéis imaginar cual es el grado de perfección necesario para alcanzar las cinco estrellas en todos los niveles. Lo que suele ocurrir es que acabamos todos los niveles de un mundo y cuando vamos a pasar al siguiente, nos damos cuenta que nos hacen falta un porrón de estrellas para desbloquearlo.
Toca repetir niveles una y otra vez, pero esto tampoco nos asegura conseguir una mísera estrella más en nuestro casillero. Un par de saltos milimétricamente mal ejecutados al encadenar la recogida de orbes, puede implicar no conseguir la puntuación necesaria. En mi opinión hay que hilar demasiado fino para conseguir si quiera un par de estrellas por nivel, una exigencia que choca cuando aun hay hueco por delante para hacerse con hasta cinco estrellas. Digamos que el listón de mínimos es demasiado elevado, aspecto que adquiere tintes casi dramáticos a medida que avanzamos en el juego y los obstáculos se hacen más y más difíciles. Toda la diversión potencial que tiene, y que es mucha, va dejando paso a la frustración, y es una pena porque el juego tiene muchas virtudes, entre ellas el apartado audiovisual. Alien Spidy es un producto «simpático». Sus coloristas gráficos «made in Unity» apoyados de estupendas animaciones y pegadizas melodías, consiguen aliviar parte de esa frustración. Una verdadera lástima que ese equilibrio alcanzado en el apartado técnico no haya sido reflejado en la jugabilidad.
Muchos pensaréis que este análisis suena a lloriqueo más que a otra cosa, y quizá no os falte razón. Puede que el problema no sea el juego, sino yo, un tipo bastante normalito en este género, pero he de reconocerlo, se me ha hecho muy cuesta arriba, y mira que lo he intentado veces. Creo firmemente que Alien Spidy es un buen producto que posiblemente se merezca más nota de la que veis al final de este artículo. No digo ya que sea un plataformas complicado, sino que su dificultad me parece mal equilibrada, o ajustada, como prefiráis. Hubiese bastado con rebajar los requisitos de puntuación un poco, al menos en los primeros niveles, para encontrarnos con un título más amigable en consonancia con el carácter «simpaticote» de su protagonista. No obstante, si eres de esos jugadores a los que le apasionan los retos, Alien Spidy es un juego con el que vas a disfrutar como un enano. ¿El resto? Quizá debáis mirar a otro lado.
LO MEJOR
El apartado audiovisual está bastante curioso.
LO PEOR
La dificultad no está bien equilibrada.
La Abadía del Juego 